Cada piedra de miel está formada por miel pura, que queda recubierta y protegida gracias a una fina capa de cera natural de las propias abejas. Esta cera actúa como envoltorio natural, permitiendo que la miel mantenga su esencia hasta el momento en que la introduces en tu bebida caliente.
Al colocar la bolsita en la taza —igual que si fuera una infusión—, la cera se ablanda de forma natural y libera la miel poco a poco, endulzando tu bebida de una manera cómoda, limpia y completamente natural.